La artista alemana Ulrike Arnold (1950) presenta en el Museo de Arte Contemporáneo sus obras realizadas en el desierto del norte de Chile, usando tierras, rocas y minerales del lugar. Su exhibición Atacama: Cielo y Tierra reúne en MAC Parque Forestal pinturas y fotografías que dan cuenta de su particular proceso de creación.
Las obras de Arnold se inscriben dentro del earth art, movimiento artístico en el que paisaje y arte están íntimamente relacionados. Elementos de la naturaleza son utilizados como material para la obra de arte y, muchas veces, las obras se realizan en medio del paisaje mismo. Así, la elección del lugar es esencial. Arnold viaja por el mundo desde 1980, buscando paisajes asociados a rituales o a propiedades mágicas, de los que puede extraer pigmentos naturales para pintar sobre lienzos o telas. Así, sus piezas junto a la documentación de su trabajo cumplen también la función de relatos de viajes.
«Todas las obras de la exposición fueron hechas en Atacama y muestran esencias, memorias de tiempo y espacio de todo lo que allá ocurrió. Son historias escondidas dentro de estas piezas, sobre la tierra y cómo la experimenté en mi viaje», dice Arnold.
En el norte de Chile conoció cráteres, salares y observatorios, donde investigó el suelo, pero también miró hacia las estrellas. En el cráter de Monturaqui, entró en contacto con el polvo que es el único resto de un gran impacto de meteorito que ocurrió en esta zona hace más de 100 mil años. Al centro de ese cráter y con materia prima compuesta por níquel, hierro y polvo meteorizado, la artista pintó uno de los lienzos que se exhibirán en el MAC.
«Me gustan las estructuras rocosas, en las que la tierra parece la piel de la tierra, ¡la corteza de la tierra! Decidí trabajar sólo en el exterior: sintiendo el clima, el fuerte sol, estando expuesta a todos los elementos del lugar. Eso me inspira. Incluso el terremoto de abril en el norte tuvo un gran efecto en mí, sentí que nada es seguro ni estable, sentí el poder de la tierra», explica la artista.