Considerado como uno de los grandes trabajos de la historia de la fotografía de modas. La serie Bubble, realizada en 1963, décadas antes de que los programas digitales aparecieran en escena, elevando al primer plano a su artífice, Melvin Sokolsky, considerándolo uno de los grandes de la fotografía histórica de Modas.
Siendo Paris la Capital de la Moda por excelencia, el fotógrafo decide utilizarla como escenario y para ello se desplaza hasta allí junto a su equipo, una grúa y una enorme burbuja de plexiglás –abisagrada como un huevo Fabergé- aprovechando la gran fotogenia que posee la ciudad, creando unas imágenes renovadoras, aunando dos géneros, según las criticas de la época, fotografía publicitaria y de modas, transitando sobre el terreno del arte. Hoy en día se contemplan como una sucesión de imágenes que fusionan la moda con el paisaje metropolitano creando una poética fantástica y surreal y al mismo tiempo costumbrista, por muy extraño que parezca, convirtiendo la metrópolis parisina en una ciudad de misteriosa leyenda, todavía más, si cabe. Producida por Harper´s Bazaar, esta serie tiene un precedente en el trabajo que realizó Richard Avedon, por las calles del Barrio Latino, Montmartre y Le Marais de la Ciudad del Sena, a finales de los años cuarenta del siglo XX, donde las modelos se fotografiaban junto a transeúntes y saltimbanquis que encontraban a su paso, relacionando lo sofisticado de la moda con el realismo costumbrista de la época en grandes imágenes, aunque no tan espectaculares como las creadas por Sokolsky en Bubble.
El ámbito de la Moda estaba deseando ver el nuevo proyecto del autor de Bubble, y este hecho causó un gran revuelo. Se cuenta que Salvador Dalí apareció en el lugar de trabajo exigiendo: ¡Qué Sokolsky haga volar a Dalí!
Pepe Calvo
Editor Hünter Art Magazine