Una creación de Eva Yerbabuena y Paco Jarana
País: España
Disciplina: Flamenco (danza, cante, guitarra)
«Eva Yerbabuena es una visionaria, una bailaora magistral cuyos efectos van más allá de la técnica» —The Guardian.
Eva Yerbabuena vuelve a Chile para presentar Yerbagüena, un espectáculo único e irrepetible. Concebido para una bailaora (Eva Yerbabuena), un guitarrista (Paco Jarana), dos cantaores, un percusionista y un palmero, Yerbagüena ilumina la singularidad y versatilidad de esta bailaora única.
Yerbagüena es un espectáculo único y, al mismo tiempo, son mil espectáculos.
Está concebido para una bailaora (Eva Yerbabuena), un guitarrista (Paco Jarana), dos cantaores, un percusionista y un palmero. En él se hace presente la singularidad de esta bailaora única. Y su versatilidad. Por eso no existe un solo Yerbagüena. Por eso cada Yerbagüena es único e irrepetible.
Son precisamente la maestría, el talento y la experiencia de Eva las características que permiten a la coreógrafa, siempre acompañada de la música creada y ejecutada por Paco Jarana, filtrar todos sus sentimientos y sapiencia y adaptarlos a cada espacio, cada momento, cada escenario.
Yerbagüena es Eva en estado puro.
Con sus músicos, con sus palos…
Yerbagüena es tradición, esencia….
Es atemporal, versátil, eterno…
Yerbagüena es la fuerza, el respeto y el cuidado de Eva.
Yerbagüena es el baile.
Yerbagüena es el flamenco.
“Hay quien define Yerbagüena como un recorrido por las coreografías que he creado desde el año 2000… Yo no estoy de acuerdo porque, aunque podríamos decir que este espectáculo es eso, Yerbagüena es mucho más.
Surgió como una necesidad mutua: la del público y la mía, y en él se puede ver y sentir una parte esencial de cómo convivo, cuento y disfruto con un arte tan maravilloso como es el flamenco.
Por eso pienso que Yerbagüena es a veces un viaje en el tiempo: para revivir lo que experimenté cuando bailé algún palo por primera vez, pero también percibir otras sensaciones.
Con este espectáculo puedo recordar, reflexionar, estudiar y buscar un equilibrio entre lo vivido y sentido entonces y lo que vivo y siento ahora. Nunca será ni es lo mismo. Es algo siempre diferente: con experiencias enriquecedoras, imprevisibles, que te hacen ser fuerte, débil, sensible…
Todo eso supone un cambio artístico continuo e inevitable.
Así es, así me sucede cotidianamente como persona.
Así lo vivo. Y así lo llevo a cada escenario con Yerbagüena”