Una exhibición compuesta por corazones bordados dispuestos en cajas blancas. Inspirada en los símiles mexicanos de lata, a través de colores y formas, siempre desde el rescate de lo femenino, buscó dar cuenta de la violencia contra las mujeres.
La muestra es un llamado de atención sobre la violencia de género a través de corazones bordados, enmarcados en un nicho, y acompañados de un poema escrito por para cada mujer asesinada.
“Las puntadas de mis cuadros fueron guiadas por todas las mujeres, las arpilleristas, las tejedoras, las luchadoras de los 80, las dirigentas de las ollas comunes, las mujeres de Temuco, las chilotas, las poetas, las presas políticas, las exiladas, mis abuelas y, por supuesto, mi madre y todas que en Latinoamérica bordamos, bordamos la historia, nuestros dolores, nuestras alegrías”, explica la creadora.
Se trata de la primera exhibición de Patricia Ruiz, quien se acercó a la técnica del bordado de manera terapéutica, tras una larga enfermedad. En su recuperación se inspiró en los corazones mexicanos de lata y buscó plasmar esos colores y formas, siempre desde el rescate de lo femenino. “La muerte es un cotidiano de las mujeres de este continente, la cultura nos asesina y yo no puedo quedarme en silencio, debo gritar, decir en voz alta sus nombres, contar sus vidas y que cada una de esas mujeres se transforme en colores”, afirma.
“Corazones. Ni una menos” es realizada gracias al sistema crowdfunding, es decir, un financiamiento colectivo de proyectos. Además, tiene como finalidad constituirse en un precedente para el activismo feminista como una herramienta factible para la recaudación de fondos para dicha causa.