La cantidad de plástico que se estima que la humanidad ha generado desde principios de 1950 es de 8.300 millones de toneladas, fecha en que la producción a gran escala de materiales sintéticos fue sustituyendo a la madera o al aluminio, apoderándose sobre todo del empaquetado.
Según datos de Greenpeace, esta cifra es equivalente a 822.000 veces el peso de la Torre Eiffel de París, a 25.000 edificios como el Empire State de Nueva York, y a 1.000 millones de elefantes.
Desde esta realidad es que la organización ambientalista lanzó hace unas semanas la campaña “Exige Alternativas”, donde pide a los supermercados ofrecer a sus clientes un pasillo a granel y libre de plástico.
Necesitamos poder elegir un consumo responsable y sostenible ahora. Y para eso, el comercio debe ofrecernos opciones. Partimos con las bolsas, luego con los plásticos de un solo uso y hoy, le pedimos a las grandes cadenas de supermercados una alternativa de pasillo sustentable.
Que buena campaña! firmemos porque ya el planeta no da más de la contaminación por plástico!! Si bien sabemos que no siempre es fácil consumir sin plástico, porque muchas veces no hay alternativas cercanas, una buena forma de poder cambiar esto además de empezar cambiando de a poco nuestros hábitos, es que los mismos productores y supermercados que nos venden los productos, se preocupen por tener más alternativas para aquellos que quieren cuidar el planeta y no comprar con envoltorios plásticos. Mientras más facilidades nos pongan en frente más avanzamos todos juntos por ésta causa que influirá tanto a nuestras futuras generaciones, porque esto es por todos!!!
Es realmente muy preocupante ya que Chile de acuerdo con el informe anual dado a conocer por la plataforma Earth Overshoot Day, Chile se ha convertido en el primer país de la región en caer en esta situación de déficit medioambiental, producto de su alto nivel de consumo de los recursos naturales.
Esto quiere decir que «la cuenta corriente» de nuestras reservas medioambientales, que sirven para hacer frente a la huella contaminante que genera el país, queda en cero. Ya comenzamos a ocupar una línea de crédito que, en realidad, implica que nuestra forma de consumo contamina más de lo que somos capaces de regenerar.
En vez de mejorar nuestra capacidad de compensar ecológicamente nuestro gasto por consumo, por decirlo de alguna manera, cada año nuestras reservas duran menos y consumimos más. Es decir, si los chilenos fueran la población del planeta, los recursos naturales ya se habrían acabado y se necesitaría un segundo y hasta un tercer planeta para sostener el tipo de vida que hemos construido. Chile está en el puesto 18 de escasez de este elemento, de acuerdo con el Atlas de Riesgo de Agua del Acueducto del Instituto de Recursos Mundiales.
La paradoja de nuestro país consiste en que mientras aumenta su producto interno bruto también ha incrementado el consumo. Necesitamos un consumo sostenible ahora, que el comercio nos de opciones, por eso, hoy le pedimos a los supermercados una alternativa de pasillo sustentable, eso implica: presentar públicamente un plan progresivo de eliminación de plásticos de un solo uso en toda la cadena que incluya poner a disposición de los clientes un pasillo sustentable; libre de plástico, que incluya productos a granel, productos de estación y fomente los productos locales.
FIRMA AQUÍ y #ExigeAlternativas.
Lee más en Greenpeace