“Hábitat”, la obra que se transforma por señales del cerebro

La Sala Anilla del Museo de Arte Contemporáneo presenta Hábitat, del artista visual y músico, Esteban Agosin. Se trata de una estructura de fierro, elásticos y tela que se alteran según las señales cerebrales de los espectadores. ¿Te imaginas cómo? ¡Aquí te contamos!

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Quien ingrese a la Sala Anilla del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) del Parque Forestal, se encontrará con la exposición Hábitat, del artista visual y músico, Esteban Agosín. Es la segunda muestra del año del Museo, y una que, además, llama inmediatamente la atención, pues la constituye una estructura de fierro, elásticos y telas que se modifican y alteran el espacio mediante señales cerebrales que el mismo espectador aportará a la obra.

¿Cómo así? Pues se trata de lo siguiente: esta muestra, montada en la Sala Anilla -dedicada a las artes mediales y sonoras-, se sustenta de una retroalimentación del público que la visite ya que a través de un biosensor el espectador puede transformar e ir modelando el montaje.

Agosín, en este sentido, le dio forma a esta intervención a través del desarrollo de una investigación colaborativa y multidisciplinaria que ahora representa con barras metálicas, tubos acrílicos y telas que se retraen y se expanden como reacción a los movimientos cerebrales y las señales emitidas por las personas que ingresen a la matriz.

Así, se activa un espacio participativo y de inmersión que va variando según cada persona. A nivel específico, el biosensor es un receptor de electroencefalograma que recoge en tiempo real información del huésped para dar las coordenadas de movimiento a la estructura; datos que luego son convertidos en la energía principal que alimentaHábitat.

Una intervención lúdica e interesante, que  lleva a quien se contacte con ella a lugares determinados por la imaginación, la ciencia y la biología. Pero más importante aún, provoca una reflexión en torno al “hábitat”. Ese que se puede encontrar tanto en el cuerpo, como en el espacio, el movimiento y el sonido que nos rodea.

El proyecto estuvo integrado por el arquitecto Eric Rodríguez; la bailarina e investigadora en artes escénicas, Carolina Marín; el músico, Cristian Galarce López; y los estudiantes de música, Edison Valenzuela y Francisco Herrara, así como Marcelo Vargas de arquitectura, todos de la Universidad de Valparaíso.