Miyoko Shida demuestra el increíble poder de la concentración en una búsqueda del equilibrio para llegar a su perfección absoluta a partir de una pluma. Se trata de una poesía impresionante del equilibrio, de una felicidad fugaz, de una ilusión, que la propia artista destruye como fin de un acto de 15 minutos.
Esta técnica artística tan complicada ya existía. Este acto de balanceo sobre una pluma ya ha sido amaestrado por otros artistas antes, pero la gracia y concenctración de Shida lo hacen especialmente espectacular. El término que da nombre a esta disciplina es un acrónimo de dos palabras alemanas: ‘sanddorn’ que significa ‘espino blanco’ y ‘balance’ ‘equilibrio’. La técnica es complicada: hay que mantener estabilizada una gran estructura colocando las ramas que la componen en el punto exacto para que todos los contrapesos sean efectivos. La pluma en el extremo de toda la formación simboliza la fragilidad de la vida que está erigida sobre unos cimientos en equilibrio. Al coger la pluma y desplomarse todo el esqueleto, el espectador sufre la desazón de perder la belleza antes contemplada pero así se pretende transmitir la importancia de lo esencial, que es la pluma, la propia vida.
Miyoko Shida en televisión
La bailarina japonesa Miyoko Shida realizó en un programa de televisión esta impresionante performance, mostrando con perfección como las cosas pueden sostenerse apenas por una pluma-palillos casi flotando en el espacio, acaso detenidos sobre todo por la armonía de su mente.
En Japón se llama Kamiwaza a un “maestro con habilidades sobrehumanas.” Y es el título que se la ha otorgado a Miyoko Shida al dar una muestra extraordinaria de equilibrio con 15 ramas de palma en cámara lenta, ante una audiencia que contiene el aliento y evita cualquier distracción siguiendo los movimientos con cuidadoso y reflexivo silencio
Se trata de una poesía impresionante del equilibrio, de una felicidad fugaz, de una ilusión, que la propia artista destruye como fin de un acto de 15 minutos
fuente: Marielo