“Los hilos de María Fresia” es una autobiografía y comenzó a gestarse hace casi dos años como parte de un proyecto FONDART. A mediados de enero estará disponible en la biblioteca principal de cada una de las regiones del país.
¿Quién es la protagonista de la historia?
La protagonista es María Fresia Neihual Catricoy, una mujer nacida a 200 metros de la cima de una montaña en Carrirriñe, ubicada a 70 km de Panguipulli.
María creció como la única mujer entre ocho hermanos y en un contacto muy íntimo con la naturaleza y el ritmo de las estaciones del año. Conocer su historia nos permite adentrarnos en la cultura mapuche. “Y cuando digo cultura no me refiero a un conjunto de conocimientos, si no a una forma de ver y enfrentar el mundo”, nos dice Josefina Lagos.
Josefina Lagos es la gohswriter, o “escritora fantasma”, cuya función es escuchar el relato oral que le proporciona María Fresia a través de varias entrevistas para luego utilizar el material recopilado y construir la historia. Se dice “escritora fantasma” porque no es la escritora, si no la protagonista de la historia quien se expresa en primera persona a través del relato.
“Mi vida no ha estado exenta de viento”, dice María Fresia en el prólogo. “He quedado desnuda en invierno, sin ni una hoja que me distraiga de mirar el fondo. Si he sido capaz de renacer es porque las raíces se mantienen intactas. Dedico esta historia a las nuevas generaciones, con la esperanza de que, conociendo los campos y las heladas por las que esta mujer ha transitado, se conecten también con lo suyo”.
“Fui arrancada de raíz a mis 13 años”, dice María Fresia. “Me separaron de todo lo que me hacía sentir en casa”. Comienza así una lucha por volver a encontrarse con lo suyo y sobrevivir al mismo tiempo en un mundo que para ella era nuevo en todos los sentidos.
“Los hilos de María Fresia” es una historia que nos permite admirar la sabiduría de una mujer que fue criada en medio de la naturaleza, así como la valentía y la resiliencia que necesitó tener en los momentos en que se enfrentó con los vientos del puelche. Todos, de alguna forma, hemos vivido en alguna medida lo que vivió María y por eso la historia se hace tan viva al leerla.
Por Josefina Lagos