Con delicados bebederos de vidrio soplado hechos por las manos de un artesano local, esta emprendedora busca atraer a colibríes a nuestras terrazas y balcones.
Hace una década un picaflor llegó a la ventana de Magdalena Ponti y anidó en su jardín. Desde ese momento, se dedicó a estudiar estas aves y a participar de proyectos de conservación e investigación en Chile y México. Su interés fue tal, que su titulación en Licenciatura en Historia fue con una tesis sobre el simbolismo del colibrí en la historia de América.
Hoy, Magdalena está empeñada en sacar adelante su emprendimiento Pica Flores, y con lo que recaude, publicar un libro con su investigación. Pica Flores, ofrece bebederos hechos con un material noble: el vidrio soplado.
Han pasado algunos años desde los primeros bebederos, pero su foco continúa siendo el comercio justo, y responsable con el medio ambiente.
Esta fue una de las primeras fotos de los picaflores que visitan mi casa que tomé hace 10 años.
Se dice que los picaflores viven al límite de su existencia y que su vida es un constante desafío fisiológico, ya que volar les significa gastar el doble de energía que otros seres vivos, y para mantenerse suspendidos en el aire, gastan más energía que cualquier otro ser vivo. Muchos mueren antes del primer año de vida. En promedio los colibríes viven en su hábitat natural entre 3 y 4 años, pero hay registros de hasta 10 años. Me gusta pensar que este picaflor me acompaña desde entonces
Los bebederos son una fuente de alimento complementaria para los picaflores, sobretodo en invierno cuando escasean las flores naturales. Podemos atraer colibríes a nuestras terrazas y jardines, colgando un bebedero, el que descubrirán por la vista, atraídos por el color rojo de su flor, ya que ellos no tienen olfato.
Te invitamos a compartir el siguiente video, y apoyar iniciativas como la de Maida Ponti.
https://www.youtube.com/watch?v=5KsxMjgKY9Q
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Fuente: Vitacura sustentable