Matriz

Por primera vez Humberto Maturana y Ximena Dávila, fundadores de la Escuela Matríztica, colaboran en una obra de danza. Un relato coreográfico de la autobiografía emocional de sus intérpretes, dirigido por Vilma González.

Esta obra de danza contemporánea, performance, audiovisual y música tiene un guion secreto. Tras cada movimiento solitario, en pareja o grupal, hay una historia personal de sus intérpretes. Pero lo que se ve en escena no son los hechos, sino lo que sintieron frente a ellos, traducido a un relato coreográfico.

En Matriz hay soledad, dolor, tensión, agresión, curiosidad, candor. “Más allá de los acontecimiento de cada uno, todos de alguna manera hemos pasado por los mismos lugares”, cuenta Vilma González, directora del proyecto. Matriz nace de los cuestionamientos que Vilma tuvo mientras participaba en La noche obstinada, obra de Pablo Rotemberg que indagaba en la violencia de las relaciones. Tres intérpretes de esta obra se unieron al proyecto.

Matriz fue creada en un proceso de laboratorio en el que colaboró Escuela Matríztica, con la participación directa, entre otros, de sus fundadores: Humberto Maturana y Ximena Dávila. La obra toma de base el pensamiento de esta escuela, centrado en las personas, en la forma en que viven y conviven en busca de conservar y ampliar su bienestar.