Revolviéndose y burbujeando justo debajo del envejecido suelo de madera de una antigua sala de cine en San Gimignano, Italia, un misterioso vórtice de ominosa agua negra, parece drenarse perpetuamente hacia la nada. Esta obra de arte es una nueva instalación del escultor indo-británico Anish Kapoor´s llamada «Perpetual Black Water Whirlpool»
La obra es una oscura piscina circular de 500 x 500cm, fue construida con acero, agua y un motor. Dentro de ésta el agua negra gira indefinidamente, formando un gran remolino en su epicentro, creando así la imagen de una espiral que nunca termina, arrastrando consigo a los espectadores a las profundidades desconocidas de un oscuro vacío.
“Toda mi vida he reflexionado y trabajado en el concepto de que hay más espacio del que se puede ver, que hay espacios vacíos, o, por decirlo así, que hay un horizonte más vasto. Lo curioso de la eliminación de contenido, en la creación de espacio, es que nosotros, como seres humanos, encontramos muy difícil hacer frente a la falta de contenido. Es el horror vacui. Este concepto platónico se encuentra en el origen del mito de la caverna, en el que los seres humanos mirarn hacia el mundo exterior. Pero aquí también hay una especie de imagen opuesta freudiana, la del fondo de la cueva, que es el lado oscuro y vacío del ser. El más grande poeta, Dante, también se aventuró en un lugar como ese. Es el lugar del vacío, que paradójicamente está lleno de miedo, de oscuridad. Ya sea que lo representes con un espejo o con una forma oscura, siempre es el «detrás», el punto que atrae mi interés y desencadena mi creatividad. Anish Kapoor
La muestra se expuso a principios de este año en la India
Tuve la suerte de ver una obra de este gran artista en una iglesia en la Bienal de Venecia el año 2011 que se llamaba la Ascención, obra con un contexto espiritual en que que también crea un gran remolino de luz y humo que subía por todo el altar hacia la cúpula principal.
Fuente: This Is Colossal