Andrés Vio, artista visual, nació en Santiago en 1973.
Realiza obras que producen motivadores juegos de lectura, empleando para ello materiales de desecho con características tendientes a lo mínimo, materiales que por lo tanto escapan de lo tradicionalmente usado para realizaciones plásticas.
Andrés Vio recibió en dos oportunidades Beca Amigos del Arte.
Andrés Vio realiza obras que producen motivadores juegos de lectura, empleando para ello materiales de desecho con características tendientes a lo mínimo, materiales que por lo tanto escapan de lo tradicionalmente usado para realizaciones plásticas; así por ejemplo, simples hojas de periódicos pueden transformarse perfectamente en un verdadero icono visual, si caen en manos de este artista.
La utilización de material impreso, como los de este ejemplo, genera una nueva lectura, ya que la materia traspasa su función original y adquiere otras posibilidades semánticas. Por eso, las obras de Vio se leen desde un proceso que es otorgado por el ritmo de un recorrido, que se basa en el dinamismo, las conjugaciones simetría- asimetría, el ritmo y el contraste que surgen desde la misma composición.
Un interesante trabajo realizado por Vio se fundamenta en un claro referente urbano, las guías de teléfonos. Páginas y páginas impresas con miles de nombres son recubiertas del mismo papel picado, son dispuestas en el espacio en formas triangulares y rectangulares, cada una en muros opuestos de una sala. La imposibilidad de leer la Información que da sentido y origen a las guías telefónicas otorga a esos datos (números telefónicos y direcciones) un nuevo orden que deja en evidencia lo monótono que se nos vuelve la vista de ese objeto cuando es dispuesto únicamente al interior de nuestros hogares.
Vio realiza también con esas páginas, dos espirales que adosó a muros, realizando una verdadera composición geométrica que simula aquéllas obras provenientes de la Más exquista pulcritud.
Una de las intenciones de Vio es, como estamos viendo, reemplazar los materiales clásicos de pintura por el re uso de papel; su producción juega con las páginas impresas, al colocar sobre ellas un gesto pictórico que se transforma en escritura. De este modo, se superpone escritura sobre escritura.
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