El trabajo exploratorio y reflexivo en torno al diseño y la visualidad, es el punto de partida para conectarnos con el territorio nacional, su geografía, su mar y su vegetación. Los procesos que se presentan nos hablan de un trabajo personal y a la vez colectivo, donde se entrecruzan la ecología, la sustentabilidad, la imaginación, la ciencia y el arte.
Desde este cruce, se expanden los lenguajes y los imaginarios, conectándonos, por un lado, con los primeros acercamientos científicos al territorio, desde el afán republicano de una joven nación que buscaba forjar parte de nuestra identidad, y por otro, con las exploraciones materiales y formales que han determinado las rutas creativas de diseñadores, artistas y artesanos, que han interpretado nuestra realidad, ecológica y cultural.
La curaduría es una invitación a explorar y valorar los procesos que hay detrás de los objetos, a través de una aproximación al trabajo de taller/laboratorio, cuyo imaginario permite conectarnos con esas historias privadas, muchas veces invisibles al ojo del espectador. Por otra parte, la propuesta promueve el descubrimiento de los resultados, sean prototipos, objetos funcionales, obras de arte o piezas patrimoniales, todos dispuestos en la Galería en cruz y diversos espacios de flujo del Palacio. Esta imbricación con el edificio invitará al desplazamiento y a la exploración del mismo, volviéndose parte íntegra de la curaduría y dando voz a los gestos testimoniales de la recuperación arquitectónica.