Arte textil, música, danza, y patrimonio se unen para sentir la Impermanencia

Que maravilloso estuvo este momento de desconexión, en medio del ruido de la ciudad,  la música se hizo presente, entre hilados, y texturas de  textiles que proyectan sentires en una capilla antigua . Una tarde en que el sonido inundó los corazones, y junto a la danza conversó entre las bellas obras que  crean el arte de Impermanencia, buscando el encuentro con un espacio más sagrado y espiritual donde se conectan las fibras de lo humano y lo divino.

Cruce de lenguajes que se comunican, textiles que se hilaron por manos creadoras de bellezas y emociones que interactúan con la arquitectura de un lugar con historia que se hace presente . Música, danza, arte y patrimonio se unen para regalarte un momento de desconexión e introspección en donde te sientes protegido dentro de una escena que te abstrae del ruidoso mundo de ahí afuera. Pequeños pájaros vuelan por el cielo de esta antigua capilla y junto al sonido de instrumentos del mundo te hacen viajar por pensamientos de una vida de miles de momentos y sentires .Textiles iluminados se interponen en tu paso y hacen una pausa en tu espacio tiempo para hacerte reflexionar, para estar más presentes. Mientras tanto cuerpos que se mueven tras las telas y recorren la obra en donde fibras, música y danza dejan su alma descubierta para mostrar un sentir y generar diálogos que nos hablan de un continuo cambio, de una continua Impermanencia.

 La actividad  que describo aquí  fue un evento de «Música y Danza» que se realizó hace algunas semanas dentro de  la exposición «Impermanencia» de la artista Andrea Fischer. Con la participación de Rodrigo Aros Gho: músico multi-intrumentista chileno y  compositor, quien compartió generosamente sus años de investigación en torno a instrumentos y armonías latinoamericanas y orientales. Luego sus sonidos fueron acompañados con la danza de las bailarinas  Almendra Menichetti y Catalina Marquardt entre las obras de la muestra. 

Impermanencia es la exposición (instalación) de la artista textil Andrea Fischer en La Capilla del Centro Cultural Montecarmelo. Se trata de una investigación con texturas, colores y fibras que se han convertido en una letanía, oración y a veces, un mantra que dio origen a cuatro obras de envergadura que tocan el suelo y se elevan por el espacio interior de la Capilla. 

La exposición Impermanencia obedece a un ciclo creativo, que cierra una vivencia personal y espiritual. Distintos estados del Ser, en el camino de la vida-muerte-vida, el logro de encontrar en la práctica artistica una forma de liberación complementando un ciclo que activa y da vida a otros. Las piezas son: La vida (obra Origen), Proceso de la muerte y la muerte en sí (obra Desencarne), Período después de la muerte (obra Umbral), Renacimiento, entendimiento de un período de transición hacia la nueva vida (obra Impermanencia). 

 «En mi proceso creativo voy cumpliendo etapas, cerrando ciclos, aprendiendo de las manifestaciones de lo espontáneo, de aquello genuino que brota sin esfuerzo, sin dogma, y que deviene del entendimiento honesto y desnudo, repasado una y otra vez, donde lo que se hace y quién lo hace, somos parte de una misma Impermanencia.» Andrea Fischer

Susurros Vitales 

 En que medida hilar a mano es retener y liberar a la vez: se nace y se muere, y no hay como evitarlo. Una modulación de los hilos que, en trama y urdimbre, y la entropía de ellas, tejen una o varias historias en el interior de la Capilla del Montecarmelo. Pequeñas fragilidades blancas pueblan el espacio aéreo como mantra visual.
 
 Las fibras se expanden como un susurro, y concluyen en la forma sacra del huevo que esta vez cierra un ciclo para Andrea Fischer. La artista trabaja hilando imágenes que le llegan de la naturaleza como contemplación o como introspección. En su forma obvia y obtusa, las materias vegetales han sido organizadas durante años como lenguaje metaforizado, como arquetipos: círculos, senderos, verticales y horizontes, líneas de fuga, derrames, estallidos, bosques, nubes y ríos, cascadas.
 
 Durante décadas, para Andrea Fischer ha sido imposible separar el arte de la vida, no porque exista una resistencia a que acontezcan por separado, sino más bien, porque en el enredo vital de la sobrevivencia artística, la administración del campo y la intensidad del universo hogareño en el Taller de Malloco han convertido las imágenes materiales en un respiro, en la forma de mantener el sentido de todo.
 
 Para detener y mirar-se. el río inmemorial va haciendo que cada fibra, color, textura, entre el boceto y el juego entre manos, extienda miles de cuentas que combinan lo humano y lo divino. Una poesía dolorosa de sonriente aceptación que declama la fragilidad de un cuerpo de luz cuyos órganos se expanden y ascienden al interior de la capilla: Origen, Desencarne, Umbral e Impermanencia.
 
 Declamar, llorar o gritar cuando se reclama justicia a leyes que resultan ingobernables, incomprensibles, sufrientes de tanto devenir sin control. Tejer, destejer, excavar entre las manos y el corazón el ovoide para liberar el secreto, sin encontrarlo. Repetir y repetir el gesto, volver una y otra vez sobre la madre y el hijo, al lugar en el que se retorna al eje de una práctica vital y urgente que permita, al menos a ratos, no resistir, es decir no sufrir ante la paradoja del milagro de la existencia y el dolor de lo mismo.
 
Ramón castillo, Curador

«Tomarse en serio la impermanencia, es liberarse poco a poco de la mentalidad del aferramiento» Sogyal Rimponché

¿Qué es la Impermanencia?

La impermanencia nos habla de que todo está en continuo cambio, nada es para siempre, ni las cosas buenas de la vida, ni las que nos van mal.  No es la impermanecia lo que nos hace sufrir sino querer que las cosas sean permanentes.

«El cambio no es sólo un hecho de la vida que tenemos que aceptar, y con el cual tenemos que trabajar. Sentir el dolor de la impermanencia y la pérdida puede ser un recordatorio profundamente hermoso de lo que significa existir». dice Norman Fischer

Desde el punto de vista físico y mental, podemos dejarnos llevar por los ciclos cambiantes. Si el ciclo es positivo, nos sentiremos satisfechos y si es negativo experimentaremos una sensación de fracaso. Para el budismo este planteamiento vital es un error, pues supone no aceptar que las cosas fluyen y que su esencia consiste en dejar de ser lo que son.
El supuesto éxito puede estar vacío de contenido y el supuesto fracaso puede estar lleno de enseñanzas positivas. La impermanencia consiste en entender la inevitabilidad de la existencia al margen de la idea de placer o dolor. denifición abc

Registrando la obra retratada por la artista Andrea Fischer 

La exposición sigue abierta hasta el 27 de Enero, más información  Aquí

Mira aquí el  vídeo que hice de la exposición

Imágenes María Jesús Ossa – ellalabella