Es una muestra bipersonal preparada por María Elena Cárdenas y Manuel Torres que aborda la pintura desde dos estilos contrastantes, pero que coinciden en tener a la fotografía como principal modelo para enfrentar el realismo pictórico y -paradojalmente- producir una tensión entre representación y abstracción.
Ambos artistas reflexionan sobre el valor de la imagen y específicamente de la pintura en nuestros días y coinciden en que, más allá del tema, es el espectador quien debe interpretar las obras.