Remedios como mostacillas para embellecer y hablar sobre un mundo de prejuicios y reglas

«La artista Fernanda Gutiérrez crea un verdadero  bordado con remedios que en el día a día sirven para tranquilizar a las personas,  remedios usados como mostacillas para embellecer y resaltar»

Hace algunas semanas fui a ver la exposición «Virtudes Cardinales» de la artista Fernanda Gutiérrez en Galería La Sala. Mientras armaba la agenda cultural del mes que me llamó mucha la atención así que partimos de caminata con mi pequeño a Mike a verla, así aprovechamos de pasear y recrear la mente un poco viendo arte.
La muestra m
e pareció interesante no solo por su bella estética y puesta en escena, sino también por el tema que aborda.  Su obra es mayoritariamente autobiográfica y es producto de la educación represiva que recibió la artista basada en la tradición y la religión. Los temas más recurrentes de sus obras son la educación, la autoestima y juicio social. Ella trabaja la instalación, objetos intervenidos, escultura, fotografía y también performance.

«Esta formación a la que denomino “deformación” me generaron sentimientos de impotencia y frustración. Poco a poco, la impotencia se convirtió en miedo. El miedo se convirtió en sumisión. Acepté que las reglas sociales y religiosas me protegerían de mí mismo, de mis deseos y de mi humanidad». cuenta la artista

Un poco sobre el proceso creativo de la artista: A partir de mis recuerdos, el proceso creativo comienza con algunas cosas que encuentro, como objetos, prendas o telas que despiertan la memoria, y estos se transforman en mi cabeza en posibles objetos recreados que van a visualizar y representar ese recuerdo, incluso hay situaciones o diálogos que se transforman en motor de un nuevo proceso de creación.

Hice un registro de las obras que más me gustaron,  y aquí les cuento un poco sobre lo que me paso con algunas de  ellas, lo que me hicieron ver y sentir. 
Quiero destacar la estética del uso de medicamentos en el arte, en como la artista crea un verdadero  bordado con pastillas que en el día a día sirven para tranquilizar a las personas,  remedios usados como mostacillas para embellecer y resaltar, en este caso embellecer a una novia nerviosa, asustada, o cansada,  mostrando el tras bambalinas de esa novia, ese sentir que se esconde bajo el vestido blanco y sus accesorios.
¿Será que la sociedad nos tiene así? y el que dirán, los prejuicios, el aparentar, nos hace ser menos  libres, y asustarnos y necesitar de medicamentos para poder soportar. Como abordar estos temas, que difícil se hace en una sociedad que muchas veces nos priva de libertades por el que dirán,  sobre todo en muchos de los ámbitos de la vida de la mujer, que aquí bien los trata la artista. 

Será que los remedios son como los dulces para los niños, llenos de colores y formas distintas que cubren nuestros males no trabajados. Cuando un niño llora  la mayoría de las personas acude a un dulce (o así lo veía en mi infancia), el adulto cuando siente algo malo en su mayoría lo primero que hace es acudir  a la pastillas, no todos claro, hay excepciones, así como también hay pastillas muy necesarias para problemas crónicos y que ayudan a sobrellevar enfermedades que sin ellas no tendrían solución. Yo me refiero a esas pastillas que se toman sin tanta consciencia, sin haber hecho  antes una introspección del porque está ese síntoma ahí, será que hay una emoción atrapada, un problema no trabajado, algo que no queremos ver, puede ser, muchas veces lo es, pero siempre se acude primero a lo fácil y rápido, al remedio. 
El uso desmedido de remedios adormece, desensibiliza, y puede dejar grandes huellas cuando nos es usado de forma holística y con consciencia, muchas veces los efectos secundarios son a largo plazo. No tapemos con las pastillas los síntomas, tratemos de trabajarnos antes porque si no siempre volverán  a parecer, hay que sacarlos de raíz, hoy hay tantas formas, tantas terapias, alternativas, centros de sanación, retiros y más…, solo hay que buscar la que a cada uno le acomode, y conectar con nosotros y con la naturaleza. 

“Efectos secundarios”

 Un maniquí con vestido de novia, sus zapatos, guantes y tocado, todo dispuesto en la habitación como un solo conjunto. Están bordados con medicamentos, reguladores del estado de ánimo, sueño, apetito, mejora de la concentración y anticonceptivos. Todo lo necesario para ser más eficiente, lograr las metas que se esperan de ti y también reprimir los impulsos que amenazan ese éxito.

“Ejercicios para quemar la paciencia”

Son tres dibujos realizados con cautín sobre pañal de gasa “tutos” de guagua. El trabajo metódico del puntillismo como un ejercicio de meditación, de calmar la mente, la ansiedad y la necesidad de postergar las inquietudes intelectuales de la mujer en pos de la maternidad, entendida como carga 24/7 responsabilidad que recae en la madre.

“Free the nipple”

Es una composición elaborada con las almohadillas creadas para disimular, tapar el pezón de las mujeres, la cual viene inserta en sostenes y trajes de baño. Este trabajo reflexiona sobre la virtud de no mostrar, ni provocar estímulos sexuales en el otro.

“Dar a Luz”

Refleja más de las obligaciones esperadas de las mujeres, la maternidad.