Según el Banco Mundial, Chile es el segundo país de Latinoamérica que genera más basura, superado sólo por México. Esto confirma nuestro alto índice de residuos, tanto domiciliarios como industriales. Cada habitante de Chile en promedio produce 1,08 kilo de basura al día. De eso 11% es plástico, entre envases de líquidos y comidas, bolsas y hasta el tetra pack.
El plástico que desechamos en nuestras ciudades, está llegando a distintas zonas de nuestro país. La alerta de toxicidad que está generando el plástico en todas sus formas, está alcanzando los lugares más recónditos de nuestro planeta.
Por esto, tenemos que poner punto final a aquellos plásticos innecesarios, esos plásticos de un solo uso que tenemos 10 minutos en las manos y botamos, pero que luego se quedan más de 100 años en nuestro planeta. Prohibir las bolsas fue un primer paso, pero no es suficiente, se debe ampliar la prohibición a diversos tipos de plásticos que están generando mucho daño en los ecosistemas y para los que el reciclaje no es una solución. Porque en Chile se reciclan actualmente cerca de 83.679 toneladas de plástico al año, lo cual representa sólo un 8% del consumo aparente de este material en nuestro país. Y el otro 92% del plástico ¿para donde va?
Necesitamos respuestas. Necesitamos soluciones. Necesitamos alternativas al plástico.
Como parte del cierre de la campaña “Chile sin Plásticos” Greenpeace intervino el Paseo Bulnes, frente a La Moneda, con un holograma proyectado a 50 metros de altura y de 90 m2, con el objetivo de hacer un llamado a exigir alternativas a los plásticos de un solo uso.
Desde la organización ambientalista, Soledad Acuña, vocera del movimiento indicó que “esta intervención es un llamado a todos los sectores: sociedad civil, organizaciones, corporaciones, gobierno, para que en conjunto podamos tener un Chile libre de plásticos. O gana la Tierra o la contaminación plástica”.
El holograma, que mezcla ciencia, arte y tecnología, está diseñado para generar realidad virtual y acercamiento de los distintas zonas del planeta. “Nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene estar, acercarse y mirar los ecosistemas para generar una real conexión con los significados de proteger, conservar y preservar nuestra tierra”, enfatiza Soledad Acuña.
Este prototipo es el más grande que se haya hecho a la intemperie en Chile y probablemente en el mundo entero. Requiere un proyector de al menos 15.000 lúmenes y una tela con ciertas características para lograr efectos holográficos. “Fue un trabajo de diez meses. Probamos más de 20 tipos de telas y texturas para lograr el efecto. El proyector que se usa es láser de larga duración, de alta eficiencia y bajo consumo eléctrico. ”, comenta Paz Quintana, una de las fundadoras de Mida, que junto a ingenieros e ingenieras físicas realizaron el holograma.
Fuente: Greenpeace