“Travesía” es una obra de teatro ceremonial donde el público participa, de forma activa, en un rito en torno a la muerte.
¿Qué es estar muerto? ¿Por qué morimos? ¿Es necesario despedir a los muertos? Éstas y otras preguntas fundamentales inspiraron a Tamara Ferreira a plantear una reflexión sobre un tema que pone en jaque a la humanidad desde el inicio de los tiempos. El rito funerario aparece, en diversas civilizaciones, como una ceremonia indispensable no sólo para los que nos dejan sino que, sobre todo, para los vivos.
Teatro, danza y música en vivo se mezclan en un montaje que, más que una obra, opera como un acto ritual. De hecho, el público podrá participar de forma activa, recordando y celebrando a sus propios muertos. Los referentes son diversos: hay décimas, cuecas, canto a lo humano y lo divino y algunas influencias indígenas. Si bien no hay alusión a cultos particulares, la obra está teñida por la estética latinoamericana. “Travesía intenta recuperar el espacio del rito, como uno que es capaz de ser intermediario entre lo divino y lo terrenal. Se trata de una experiencia ritual que -aunque alude a referentes espirituales y estéticos propios de Latinoamérica- no se abandera con ningún credo o dogma religioso. Más bien intenta crear una experiencia reflexiva del culto a los muertos desde lo visual y musical, generando un espacio de memoria y contemplación”, señala la directora Tamara Ferreira.
La escenografía, vestuarios e iluminación están pensadas para facilitar esa atmósfera. Los espectadores podrán apreciar un gran altar y un escenario circular de madera que simboliza el espacio geométrico de la unificación. Ferreira agrega: “Travesía permite hacer presente a los que partieron y que, por diversos motivos, muchas veces no tenemos o no generamos espacios para recordarlos o invocarlos. La obra invita a poder observar la muerte como un tránsito lógico para la evolución de la humanidad y como acto nutritivo para efectos de la herencia y evolución humana espiritual”.