La miel chilena podría convertirse en producto estrella del botiquín

Cicatrizante y bactericida son algunas propiedades que investigadores identifican en productos apícolas nacionales. Ahora buscan socios para que estos beneficios lleguen al mercado.  

Almacenada en tambores, cada año entre 8 y 10 mil toneladas de miel de abeja salen de nuestro país, principalmente rumbo al exigente mercado europeo. Exportada a granel, y sin ningún valor agregado, no solo los productores ganan un mínimo retorno, sino que también los consumidores están perdiendo la oportunidad de beneficiarse de sus múltiples virtudes.

«Nuestros resultados científicos avalan que existen mieles chilenas con gran poder biológico y antimicrobiano. Y, por lo tanto, podemos generar productos de alto valor gracias a sus ingredientes activos», destaca Paulina Cáceres, gerenta general del Consorcio de Desarrollo Tecnológico Apícola.
Conformado por las universidades Austral de Chile (UACh) y Mayor, además de numerosos apicultores e investigadores, esta empresa tecnológica está buscando aplicaciones para la miel y propóleos chilenos que incluyen desde nutracéuticos y productos para el cuidado de la piel, hasta tratamientos cicatrizantes y compuestos contra enfermedades animales o plagas agrícolas.

Banco dulce Uno de sus principales focos de estudio son las propiedades antibacterianas y fungicidas de la miel y el propóleo, sustancia resinosa que producen las abejas para sellar su colmena. Hasta ahora han identificado más de 20 variedades de miel con potencial de inhibir la actividad de bacterias, mientras que algunos propóleos podrían combatir bacterias presentes en los alimentos, como E. coli y Listeria .

También han identificado propóleos que muestran una promisoria actividad fungicida contra la botritis del arándano, hongo que causa importantes deterioros en este fruto.
Para detectar qué mieles tienen mayor potencial antimicrobiano, los investigadores del consorcio recurrieron al Banco de Mieles de la Universidad Austral, que cuenta con 4 mil muestras provenientes de todo el país.

Tras seleccionar aquellas con mayor poder y recolectar nuevas muestras para corroborar su efectividad, nació el Banco de Mieles y Propóleos del Consorcio Apícola. Este reúne cerca de mil muestras de mieles con propiedades bactericidas y unas 200 variedades de propóleos. «Es material seleccionado y es nuestra base de investigación», dice Cáceres sobre este valioso patrimonio. Con fondos de Corfo y en colaboración con el Centro Fraunhofer Chile, buscan identificar los principios activos presentes en esas muestras.

Para poder llegar con sus nuevos productos apícolas al mercado, este mes el consorcio decidió buscar fondos a través de una campaña de financiamiento colectivo ( crowdfunding ) en la plataforma de emprendimiento Broota.com. Su meta es reunir $90 millones.

«Estamos abiertos a recibir inversionistas que aporten desde $100 mil para ser parte de nuestra empresa», invita Cáceres. Los interesados pueden encontrar más información en www.consorcioapicola.cl

 Cifras dulces: En Chile hay 10 mil apicultores y unas 450 mil colmenas. El 90% de nuestra miel se exporta, principalmente a Europa.

Fuente: Emol