Creación del Santuario de la Naturaleza Valle de Cochamó

La inmensidad de las piedras granito frente a uno

Una muy buena noticia para nuestra naturaleza amada, y para tod@s los que disfrutan día a día de ella y trabajan en su protección, el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático, que preside la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, aprobó la creación del Santuario de la Naturaleza Valle de Cochamó, una zona reconocida por sus escenarios naturales únicos al norte de la Patagonia.

El nuevo santuario de la naturaleza se ubica en la Región de Los Lagos y destaca por sus imponentes paredes de granito, sus bosques indómitos, sus glaciares y rocas de millones de años, y su particular cultura. El área protegida se extiende por casi 11.400 hectáreas, comprende aproximadamente un tercio de la cuenca hidrográfica del río Cochamó y se encuentra emplazada dentro de los límites de la Reserva de la Biósfera denominada “Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes”. En ella habitan más de 50 especies de animales, entre aves, mamíferos y anfibios. Además, por sus centenarios bosques, es una zona que contiene seis de los 12 tipos forestales que posee Chile.

“Hoy protegimos uno de los ecosistemas más importantes del país, dada a su riqueza natural, de flora y fauna. En el Valle Cochamó se encuentra una de las reservas de agua más importantes del mundo. Además, por su topografía abrupta y por la presencia de bosques nativos bien conservados, esta área es un refugio climático que entrega servicios ecosistémicos que generan bienestar a las personas”, comentó la ministra Maisa Rojas. Agregó que “con esta decisión, continuamos avanzando en nuestros compromisos adquiridos en la última Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), en la que nos comprometimos a proteger 1 millón de hectáreas de aquí a 2030”.

Algo de mi experiencia en el Valle de Cochamó

El año 2010 fuimos de camping con unos amigos a la Junta del Valle Cochamó, uno de los miles de lugares bellos que esconde nuestro Chile lindo. Subimos un día con un poco de lluvia, hicimos una larga caminata por bosques bellos, y el merecido premio, llegar arriba y ver esas piedras de granito inmensas que te reciben, es demasiado impresionante, es un verdadero santuario que te da su bendición, y te acoge con tanta belleza.
Había que refugiarse de la lluvia y secar la ropa, así que que compartimos con varias personas en el pequeño refugio que había ahí, me topé con los hermanos Señoret que prácticamente vivían ahí y recibían a los visitantes. Ellos nos contaban historias del lugar y nos recibieron con unas ricas lentejas, como olvidarlo, siempre recordando a Diego que en paz descanse.
El día que salió un rayito de sol fuimos a la cascada con unas piedras rojizas que contrastaban bellas con el turquesa del agua, teníamos que bañarnos ahí, debo decir que nos costó un buen rato, porque el agua estaba muy congelada.  En ese tiempo uno se tiraba por la pendiente que tenía y lo pulida de la piedra hacia te deslizaba como un resfalin, (hoy entiendo que esta prohibido porque hay personas que no lo hacen con responsabilidad y si es así es muy peligroso han ocurrido accidentes) Nosotros disfrutamos con mucha responsabilidad, estuvimos mucho rato,  tanto que el cuerpo se nos terminó durmiendo del frió, cuando nos salimos literal no me podía poner los calcetines porque no sentía las manos, valió demasiado la pena, quedé renovada después de ese baño energético.
Para terminar el paseo porque el clima empezó a empeorar bajamos caminando entre miles de pequeños riachuelos que llevaban toda el agua que había caído,  llegamos embarrados hasta las rodillas, abajo nos recibió un señor con su familia en su casa y nos dieron calorcito y unos pancitos ricos que se agradecían mucho en ese momento, fue lo mejor, demasiado acogedor, el encanto del sur de Chile, compartir en esos paisajes con la gente que vive ahí.

Han pasado 13 años desde que fui, por el mal clima me quedó mucho por ver y vivir de ese lugar así que espero volver pronto ahora en familia, no se con los cambios que me encontraré, espero que el hombre no haya interrumpido mucho el lugar, muy feliz de esta noticia de que se proteja este real Santuario de la Naturaleza, muy merecido, lo recomiendo mucho. Aquí les comparto algunas fotos de ese tiempo ahí. 

La organización Valle Cochamó (OVC) es una organización comunitaria y transversal, que se conforma por propietarios, amigos y colaboradores externos a la región que trabajan para el desarrollo del turismo responsable, y el ordenamiento territorial, salvaguardando los estilos de vida tradicionales, su cultura e identidad para viabilizar la creación de un área protegida.

OVC nace el año 2017 a raíz del crecimiento explosivo de los visitantes al lugar y la amenaza constante de proyectos hidroeléctricos, forestales e inmobiliarios en uno de los lugares de mayor belleza de la Patagonia Norte.

Durante estos años hemos logrado implementar un sistema de gestión del visitante, donde se establece capacidad de carga a través de reservas obligatorias, y contratamos y reclutamos guardaparques y voluntarios encargados de recibir al turista y entregar la información necesaria. Con este sistema hemos logrado disminuir el impacto del visitante mejorando la gestión sobre la basura y el reciclaje, los riesgos de incendio y la contaminación del agua derivada del turismo sin control.

Fotos: María Jesús Ossa/ ellalabella
Fuente noticia: Diariosustentable