El año 2010 fuimos de camping con unos amigos a la Junta del Valle Cochamó, uno de los miles de lugares bellos que esconde nuestro Chile lindo. Subimos un día con un poco de lluvia, hicimos una larga caminata por bosques bellos, y el merecido premio, llegar arriba y ver esas piedras de granito inmensas que te reciben, es demasiado impresionante, es un verdadero santuario que te da su bendición, y te acoge con tanta belleza.
Había que refugiarse de la lluvia y secar la ropa, así que que compartimos con varias personas en el pequeño refugio que había ahí, me topé con los hermanos Señoret que prácticamente vivían ahí y recibían a los visitantes. Ellos nos contaban historias del lugar y nos recibieron con unas ricas lentejas, como olvidarlo, siempre recordando a Diego que en paz descanse.
El día que salió un rayito de sol fuimos a la cascada con unas piedras rojizas que contrastaban bellas con el turquesa del agua, teníamos que bañarnos ahí, debo decir que nos costó un buen rato, porque el agua estaba muy congelada. En ese tiempo uno se tiraba por la pendiente que tenía y lo pulida de la piedra hacia te deslizaba como un resfalin, (hoy entiendo que esta prohibido porque hay personas que no lo hacen con responsabilidad y si es así es muy peligroso han ocurrido accidentes) Nosotros disfrutamos con mucha responsabilidad, estuvimos mucho rato, tanto que el cuerpo se nos terminó durmiendo del frió, cuando nos salimos literal no me podía poner los calcetines porque no sentía las manos, valió demasiado la pena, quedé renovada después de ese baño energético.
Para terminar el paseo porque el clima empezó a empeorar bajamos caminando entre miles de pequeños riachuelos que llevaban toda el agua que había caído, llegamos embarrados hasta las rodillas, abajo nos recibió un señor con su familia en su casa y nos dieron calorcito y unos pancitos ricos que se agradecían mucho en ese momento, fue lo mejor, demasiado acogedor, el encanto del sur de Chile, compartir en esos paisajes con la gente que vive ahí.
Han pasado 13 años desde que fui, por el mal clima me quedó mucho por ver y vivir de ese lugar así que espero volver pronto ahora en familia, no se con los cambios que me encontraré, espero que el hombre no haya interrumpido mucho el lugar, muy feliz de esta noticia de que se proteja este real Santuario de la Naturaleza, muy merecido, lo recomiendo mucho. Aquí les comparto algunas fotos de ese tiempo ahí.