La lámpara de la Sala Principal del Teatro Municipal de Santiago es probablemente la más imponente y representativa pieza de este escenario capitalino. Con 98 luces, una corona de bronce de 2.40 metros de diámetro y 14.300 cristales de Baccarat de forma lobulada, dodecaedro y punta hexagonal, esta se baja solo dos veces al año a través de un mecanismo de polea que permite mover casi una tonelada de forma segura.
Es precisamente esa llamativa imagen la que hubo este miércoles al interior del Municipal de Santiago, que ad portas de celebrar su 165º aniversario el 17 de septiembre y en preparación de la Gala Presidencial que se realiza anualmente el 18 de septiembre, se encuentra realizando una mantención de la lámpara que contempla su limpieza y cambio de ampolletas.
Perdida en un incendio ocurrido en 1870, la lámpara original del Municipal de Santiago fue también de gran tamaño. La actual fue instalada a fines de los años ‘50 como parte de las reformas implementadas en el marco del centenario del Teatro y en ella está representado el sol en medio de un cielo habitado por cuatro musas: la danza, la comedia, la tragedia y la música.