Tradiciones que siguen vivas

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Tradiciones de los matrimonios

 

Te regalaron anillo, en otras palabras, le pidieron matrimonio.  El anillo, el vestido blanco y el arroz en la salida de la Iglesia son sólo algunas de las tradiciones matrimoniales que se han convertido en hitos que nadie se atreve a romper.  ¿Cuántas novias hemos visto vestidas de rojo? ¿Cuántos novios conocemos que hayan regalado aros en vez de anillo? Tenemos tan internalizados estos ritos, que nunca nos cuestionamos de dónde vienen, simplemente nos sentimos obligados a seguirlos. 

Si retrocedemos al pasado, descubriremos que estas tradiciones existen desde el inicio de los tiempos y no en vano han persistido durante los años.  

El anillo de oro y diamantes, conocido actualmente como «la roca,» viene de la Antigua Grecia donde se decía que el amor de aquella pareja iba a ser tan fuerte y puro como el de sus materiales.  Y usarlo en el dedo anular de la mano izquierda era porque se pensaba que la vena de este dedo se comunicaba directamente con el corazón.

En cuanto a la posición de los novios en el altar, es tradición que la novia se siente a la izquierda del novio.  Esta costumbre se debe a que cuando la novia era secuestrada, se temía que sus familiares vinieran a rescatarla, por lo que el novio debía tener la mano derecha libre por si tenía que empuñar la espada.

Por otra parte, la costumbre de tener una extravagante torta de varios pisos para festejar el matrimonio nace en Roma. Todo partió con un pan, el cual se rompía por encima de la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad y luego los invitados recogían las migas para comérselas. Unos años después en Inglaterra el pan se cambió  por muchas pequeñas tortas apiladas, la pareja se debía besar sobre la pila de tortas, la cual generalmente se desmoronaba, por lo que a mediados del S. XVII, se cambió finalmente la idea de la pila de tortas por una torta gigante.

Actualmente, sabemos que aquella vena del dedo anular no llega al corazón y el temor a ser secuestrada es mínimo, sino inexistente.  Hace tiempo que no se ve a los novios besándose sobre la torta.   Entonces, ¿qué nos hace seguir con estas tradiciones? 

 

Fuente: articulo www.matriclick.com