La microalga llamada espirulina fue declarada por la ONU como «el mejor alimento para la humanidad», porque mejora la salud física y mental y optimiza el aprendizaje en los niños.
Lejos de la imagen menuda de su bisabuelo Mahatma, Tushar Gandhi tiene una figura imponente, aunque un hablar pausado.
Está de visita en el país como embajador de la Fundación Gandhi para persuadir a sus autoridades y a los chilenos en general de los beneficios que tiene consumir una microalga llamada spirulina , que Naciones Unidas declaró como «el mejor alimento para la humanidad».
Tushar expondrá hoy en el «II Seminario internacional de microalgas, una nueva nutrición para la humanidad», que se realiza en Fundación Chile.
Este alimento, que usa la NASA en sus misiones espaciales, era utilizado por las culturas ancestrales de Sudamérica y Asia. «Los incas y los aztecas conocían su valor nutricional, pero cuando llegaron los españoles la desplazaron con otros cultivos. Ahora se está recuperando», explica Gandhi.
Para Manish Uprety, experto en biotecnología y que también asiste al seminario, «todos los estudios que se han hecho confirman que la spirulina es un súper alimento. Además, no tiene una región de cultivo específica, ya que puede crecer en cualquier parte del planeta, con la condición de que tenga agua y sol».
Los beneficios de la spirulina se la dan la alta concentración de proteínas, los antioxidantes, minerales y vitaminas, entre otros.
Esto es lo que le permite prevenir enfermedades, como la diabetes, el colesterol alto o la obesidad. Además, fortalece el sistema inmune, lo que ayuda a mantener saludables a los pacientes con sida o cáncer, ya que reconstruye sus defensas. También ayuda a las personas con estrés y con problemas del ánimo. Por esto, la Organización Mundial de la Salud decidió llamarla «el producto sano para el siglo XXI».
Uprety explica que la spirulina se puede secar al sol o al vacío, para hacer tabletas o cápsulas. También hay en polvo.
«En la industria de los alimentos se pueden hacer dulces, calugas, sopas y pastas, por ejemplo; o sea, puede tener distintas presentaciones», dice.
Gandhi explica que su labor de promover el consumo de esta alga tiene una motivación especial: «Mi abuelo decía que el hambre y la desnutrición son los mayores crímenes contra la humanidad».
Por eso, este alimento se ha usado exitosamente para combatir la desnutrición en África. Pero en el mundo actual se da una paradoja. «Los países desarrollados tienen alimentos en abundancia, pero muchos de ellos son de mala calidad y la gente termina con problemas de mala nutrición. Para ellos también este producto es un suplemento nutricional necesario», advierte.
Destaca el potencial de Chile para comercializar este producto. Chile en este momento no tiene cultivos de espirulina como para sostener una industria propia, a pesar de contar con un clima excepcional para su producción.
Por: Sebastián Urbina
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«Ya publicare más artículos sobre todos los mágicos beneficios de la espirulina y les contare mi experiencia desde que la estoy tomando»