Como amante de la fotografía, he quedado emocionadicima después de ver las bellas imágenes de la talentosa fotógrafa rusa Polina Washington . Amante de la multiexposición, Polina presenta una propuesta llena de magia y sensibilidad, encontrando inspiración al interior de los bosques lejos de las grandes ciudades. Sus imágenes nos envuelven en un ambiente de niebla y misterio, la paleta de colores gastados como de fotografías antiguas es bellisima, en ellas animales, y personas, en su mayoría mujeres se entremezclan y componen junto a la naturaleza y luces y sombras que se asoman para crear distintos escenarios. Esto lo logra con una cámara análoga superponiendo varias fotografías, rostros, cuerpos, texturas, manos que salen de la corteza de los árboles, ramas enredadas y suelos nevados generan un hábitat natural lleno de fantasía. El asar juega un papel muy importante, éste le da una esencia única y especial a cada imagen, y una espera misteriosa de ver cual será el resultado en el momento del revelado.
Hay un fuerte elemento de adoración de la naturaleza y el poder oculto en sus imágenes, un recordatorio de que no tardaremos en volver a la tierra oscura y compartir nuestras moléculas con el universo.
“Trato de conectar la realidad y la magia reuniendo al ser humano con su madre Tierra. Mi fotografía es siempre es una especie de misterio, ya que conectar dos o más imágenes entrega resultados sorprendentes. Nunca sé lo que aparecerá, pero me gusta este enigma”, explica Polina desde San Petersburgo
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